abril 01, 2011

¿yo?


¿Por qué los signos de interrogación sólo se escriben a la izquierda y a la derecha de las preguntas, si las mías también suben y bajan? Al final, cada ganchito funge como policía que evita la divagación interrogativa de las frases. Son como dos paredes que no permiten la fuga de la contemplación. En mi opinión debería existir uno para cada dirección: mis preguntas no se calman, no cesan, observan hacia todas direcciones, me suscitan, me provocan.

Los ganchitos, sin embargo, también me rescatan entre tanta apelación, me hacen flexible. Todos dirán ¿pero por qué tanta cosa ante esta cosa? (Nótese que los signos no sólo están al final y al principio sino arriba y abajo) es que, de unos días para acá, me aburrí de esta absurda manera de conocer el mundo. Por eso de ahora en adelante he de permitir que las preguntas inerven todo centímetro de mi cuerpo, en otras palabras, he de encontrar(me) en un desorden de frases incompletas, desesperadas por derroteros, solas, inertes, que se amoldan en golpes, una infinidad de Yos que llevo años acumulando entre dos signos de interrogación.

Definitivamente la interrogación tiene dos caras así como signos: el cuestionarte y definirte o el cuestionarte y apresarte. He de encerrar una frase más en el claustro interrogativo (con toda intención porque no quiero que se escape a otros sitios) ¿qué existe entre éstos dos ethos? Pues diría mi hermosa Hannah: La acción, el vivir, la experiencia, la noción de habitar la duda. Así afirmo, sin escrúpulos, que antes decidí encerrarme entre tanta pregunta inútil, entre tanta futilidad impuesta por gente ajena que portan ojos que no ven.

Y como ya me cansé de toda arbitrariedad y totalitarismo, he de afirmar por otro lado que la acción se escribe libre, con sueños, nociones, esencias, con soledades, sin paredes que cierren cada segundo. Miguel, siempre ha sido “¿Miguel?” me dispongo a redefinir la duda que nunca se agota de responderse, desde este instante mi duda será simplemente Miguel…

Tengo que aclarar que la publicación de esta entrada fue toda una lucha. Supongo que nada de 'casualidad'. Luego de una noche y la mitad de la mañana del día siguiente fue finalmente posible... claro que las risas en compañía de A+ causadas por Raphael y Miguel Bosé durante la batalla, amenizaron bastante el sufrimiento. Ya quiero ver la entrada de su huevlog (Delirios de diva)