junio 28, 2011

en mi café

Mientras inclinaba el vaso de café, para que el líquido descendiera por la boquilla hasta la entrada de mi casa, pensé haber visto un animalito nadando entre las olas oscuras.

De inmediato, me alejé... y escrupuloso, busqué por la rendija de la tapa.

¿Qué tiene? Me pregunté... si a cada quien le toca una ola, qué bueno que él (el animalito) ya tenía la suya...

Y como no lo vi más, asumí que por ahí andaba oculto.

Opté por confesarle mis pensamientos: tal vez así encontraría confianza.

Le hablé del verde que también es azul, le hablé del tiempo y de las sonrisas.

Nadie respondió.

Y que me bebo el mar aquel de un solo golpe, y que provoco una tormenta de memorias.

¿Será que sí había un animalito?

junio 09, 2011

una plegaria muda


Han sido unas semanas raras: algunosdíasdepalabraspegadas, otros no tan afortunados... y últimamente, días de dejar fluir un azul que es verde también. 

Observé tres cosas importantes: que mis imágenes/construcciones/hemorroides mentales necesitan cambiar antes de Después, que la sangre no es el límite del cuerpo y que mi mirada es una plegaria muda...

Entre esta infinitud de cosas –inútiles y fútiles–, me acompaña la fugacidad de siempre. No había tenido tiempo ni para el tiempo, que a veces me atraviesa de largo y se escurre como un extraño por los costados del día. Se escurre entre el verde azulado que les quiero contar...

Pero me encuentro como un niño esperando en el fondo, con par de cubetitas para recojer lo que vaya cayendo: eso que es mío y que todavía no puedo explicar.

Dirán ustedes: ¿el fondo de qué?...

No sé... supongo que simplemente estoy aquí, con la cubeta para atajar la gotita de agua que no termina de caer.

junio 01, 2011

pintar un lienzo

-Hablamos mañana...
-Sí.
-Bueno... ya tú estás en mañana.