septiembre 26, 2011

We are not there yet

Describiré la escena: yo... buscando un pretexto más, cuando dispuesto estaba a entregarlo todo.

Yo, que pensaba que en mi inventario no tenía más que frases incompletas y un deseo que brillaba así de triste en los rincones oscuros. Y hoy tengo la certeza de que aquel inventario, no es más que una montaña de incongruencias desorganizadas y aventadas una sobre la otra sin la mínima noción de paciencia.

No digo que no haya esperado, ni mucho menos que no lo haya previsto.

Bueno: no hay discos rayados, o soledades inconexas. No...

Lo que hay es un baúl desesperadamente irritado por las palabras de una garganta repleta de arena. No hay nada para borrar.

Pensamientos que nacen entre las lechugas y las guayabas del supermercado, vulnerablemente vegetales al tiempo (viven dos semanas en la frialdad de mi mente).

Quiero tantas cosas, y tengo tan poco tiempo. Es incluso cruel la manera en que me atraviesa de inicio a fin. Solamente espero que no se me agote rápido. Tengo tanto miedo a encontrarme un día sin segundos, a reconocerme en el borde entre un minuto y el segundo: un lugar tan calmado, como minúsculo, como atropellado.

Es imposible comprimirlo más, porque en él solamente cabe pensar en la soledad.

En ocasiones (numerosas) me alcanza para pensar en la injusticia, y en los posibles "it's meant to be" que abarquen el concepto.

Me corté el cabello, dejé de escribir, leí un poco más, dije mis verdades, viví una nostalgia, me aferré a los recuerdos, tomé té, me creí celebridad, me proyecté, me observé y me borré.

¿Todo para qué?, para volver a conseguir esos intersticios que definen desde lo siniestro, que me hacen abrir mi mundo desde lo que no es.

Nada complejo, ni elaborado. A simple little kind of free.

Me esperan en la mesa unas palabras que seguramente no entenderé, pero que admiraré; cuando en la mente me gritan otras que no son mías, pero que he desgastado en la verborragia sus funciones y la mano que las escribiría.

Ojalá se pudieran robar las palabras, ojalá pudiera sentirlas mías. Aunque, de ser así, no creo que tendrían el mismo significado que yo espero.

Esperar.... qué mentira tan despiadada que nos da el tiempo.

Creo que tengo que practicar más ejercicios de olvido.

septiembre 22, 2011

obesidad



-¿Por qué está tan pesada tu mochila? te va a salir una hernia.



-Ya tengo una... en el corazón, por andar cargando sentimientos muy fuertes.



septiembre 14, 2011

autor(re)trato



y no termina de caer...