junio 09, 2011

una plegaria muda


Han sido unas semanas raras: algunosdíasdepalabraspegadas, otros no tan afortunados... y últimamente, días de dejar fluir un azul que es verde también. 

Observé tres cosas importantes: que mis imágenes/construcciones/hemorroides mentales necesitan cambiar antes de Después, que la sangre no es el límite del cuerpo y que mi mirada es una plegaria muda...

Entre esta infinitud de cosas –inútiles y fútiles–, me acompaña la fugacidad de siempre. No había tenido tiempo ni para el tiempo, que a veces me atraviesa de largo y se escurre como un extraño por los costados del día. Se escurre entre el verde azulado que les quiero contar...

Pero me encuentro como un niño esperando en el fondo, con par de cubetitas para recojer lo que vaya cayendo: eso que es mío y que todavía no puedo explicar.

Dirán ustedes: ¿el fondo de qué?...

No sé... supongo que simplemente estoy aquí, con la cubeta para atajar la gotita de agua que no termina de caer.